PERDER EL CABELLO NO TIENE NADA DE GLAMUROSO...
Mirarse en el espejo y constatar que nuestros cabellos están apagados, sin gracia y estropeados no es muy agradable. Tampoco lo es que se nos rompan la uñas habitualmente.
Nuestro cabello representa un elemento importante de nuestra imagen, por eso deseamos que esté bonito, vital y luminoso.
El cabello es el reflejo del equilibrio nutricional interno.
El crecimiento y la caída del cabello son fenómenos normales que se compensan.
El ciclo piloso tiene tres fases:
- anágena,
- catágena y
- telógena.
La fase de crecimiento activo, llamada anágena, dura de 2 a 6 años. En todo momento, en un pelo sano, el 85 % de los cabellos están en la fase de crecimiento anágeno. La fase de regresión, llamada catágena, se prolonga durante un periodo de 2 a 4 semanas y corresponde al 1 % del cabello de un pelo normal. La fase telógena termina el ciclo piloso con una duración de 2 a 4 meses. El 14 % del cabello de un pelo normal se encuentra en esta fase durante la cual el pelo muere, sale a la superficie y es expulsado por un nuevo cabello. Un nuevo ciclo comienza entonces.
El equilibrio pérdida/crecimiento del cabello está influenciado de manera estacional o por el estrés, el cansancio, las emociones, la menopausia, el embarazo, el uso cotidiano de productos de peinado, el uso de secador de pelo, etc.
Para conservar un pelo sano y vigoroso, es indispensable recibir un aporte suficiente de vitaminas y minerales. La ausencia de uno de estos elementos puede afectar la solidez del cabello.